LEAH Y YO

mis demonios, mis furias, mis tristezas, mis miedos, mis risas, mis sueños, mis realidades, mis pocos amores y mis muchos desamores...

viernes, octubre 06, 2006

OPINIÓN: Caricatura de un revolucionario

El mundo sería un lugar distinto si nuestro comediante preferido, Hugo Chávez Frías, nos dejara sin una de sus declaraciones semanales. La prensa se aburriría terriblemente sin este actor político que se dedica a regalar titulares y dar color a las páginas más seria de los diarios. Sus últimas declaraciones lindan con lo cantinflesco: llamar “diablo” a Bush en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) y mencionar que “aún huele a azufre” tras la presentación del presidente estadounidense. Es difícil creer que hay un plan estratégico tras los exabruptos verbales de Chávez, salvo que este sea mostrar al mundo que con el dominio a través del petróleo se le permite todo. Sin embargo, lo del mandatario venezolano va camino a lo patético, ya hasta le dedican más tiempo en los espacios humorísticos que en los de análisis político. A pesar de de haberse inscrito en el Mercosur y tener aliados en Bolivia y Cuba, Chávez no logra imponer una imagen de líder mundial. Y es que la verborrea puede ser una enfermedad crónica y el que la sufre está condenado a hablar sin dejar nada productivo en sus oyentes.

Lo que resulta evidente es que el dictador venezolano, que se va por su tercera reelección, ha decidido que sus discursos sirvan para insultar a sus adversarios y para hacer proselitismo de su causa revolucionaria. Prefiere sembrar dudas sobre la legitimidad de las elecciones en Perú, que discutir las razones por las que en su país hay un 53% de pobres si el precio del petróleo sigue subiendo. Se dedica a culpar a los Estados Unidos de cuanto problema, conflicto y seguro que hasta desastre natural ocurra, pero no es capaz de responder ante las acusaciones de violación de la libertad de expresión en Venezuela. Lo único que queda después de escucharlo es un gran vacío.

Al fin y al cabo, este es el hombre escogido por Fidel Castro como su sucesor en Latinoamérica. ¡Y qué grande le queda el uniforme! Los argumentos del presidente caribeño en la última Asamblea General de la ONU, son precarios y hasta lamentables. Mientras más lo escuchamos tenemos más seguridad de que Hugo Chávez es la imperfecta caricatura de quien cree liderar una revolución. Desde aquí gracias a él por mostrarle al mundo lo anacrónico del comunismo y sus nuevos líderes.